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La Gracia de Dios

“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo,
Él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca”
1ª Pedro 5:10

 

¿Por qué el apóstol Pedro le llama a Dios, “el Dios de toda gracia”? Y podemos responder diciendo que es porque el Espíritu de Dios es el “Espíritu de gracia” (Hebreos 10:29); el trono de Dios es un “trono de gracia” (Hebreos 4:16); y la Palabra de Dios es la “palabra de su gracia” (Hechos 20:32). Es una gracia de principio a fin.

Habla de que Dios es la fuente de gracia inagotable. Juan en su evangelio dice que “de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia” (Juan 1:16). Y esta expresión que usa el apóstol Juan nos deja ver que la gracia de Dios es basta y continua; da la imagen de las olas del mar que una tras otra llega a la orilla de la playa de una manera continua e inagotable. ¡Esa es la gracia de Dios que está disponible para nosotros, sus hijos, su iglesia!

La gracia de Dios es la provisión a todas nuestras necesidades. No existe una necesidad en este mundo que no sea suplida por la gracia de Dios. La gracia de Dios es mucho más grande que cualquier necesidad que pueda existir en la vida de una persona.

Es tiempo de quebrantarnos, de humillarnos ante nuestro Dios Salvador y despertemos del letargo espiritual con la ayuda del Espíritu Santo; para tomar autoridad y hacer uso con el Poder de Dios del arsenal espiritual que tenemos en Cristo para la destrucción del espíritu de engaño y confusión que se ha levantado contra el conocimiento de Dios y su diseño original de hombre y mujer.

La gracia no se puede merecer, ni tampoco ganarse. La gracia solo puede regalarse…y cuando Dios nos la ofrece, lo único que tenemos que hacer es tomarla por medio de la fe (Efesios 2:8-9).

Es esta gracia divina la que nos capacita a soportar los padecimientos o sufrimientos que podamos estar viviendo; y es la gracia de Dios la que opera en nosotros perfeccionándonos, afirmándonos, fortaleciéndonos y estableciéndonos.

¡Nuestro Dios es el Dios de toda gracia!

"La Gracia de Dios"

Ps. Rafael Guerra

Autor

blog@amistaddemonterrey.org

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